miércoles, 6 de julio de 2011

La Loca de la Casa Gris (Primera Parte)



Bruno Gabriel L. García

Para lograr entrar al 'Club de la Poza' debía de cumplir con una sola misión, encomendada por los más antiguos integrantes del susodicho club… los patriarcas, como así se hacían llamar. El reto de iniciación dependía de que tanto el iniciante simpatice a los triviales patriarcas del club. Lastimosamente para la suerte de Malaquías varios miembros del club habían optado por adquirir una aversión mayor a la usual hacia aquel infante desde ese infausto día en que decidió entrar al club; ya sea talvez por su cierta inocencia que cautivaba a las madres de familia de la cuadra o talvez a la intrepidez y valía que a su corta edad lograba que innumerables adultos y padres de familia solariegos a dicha cuadra lo viesen con buenos ojos y con un futuro prometedor… pues como decían usualmente entre ellos –ese muchacho es un ejemplo de hijo-.

A pesar de los inconvenientes que involucraba tratar de ganarse a los chicos del Club de la Posa, una lucha que de por si ya era un tema muy peliagudo debido a la mala fama hecha por los padres la cuadra; Malaquías no cejaría, ni desistiría, pues estar en el club simbolizaba entrar en la elite infantil del barrio. La elite de los niños, donde más importaba la cantidad de vueltas que uno podía dar con su bicicleta a la manzana en un tiempo delimitado por los mismos gurruminos; o también la cantidad de muñequitos y figuritas que podía uno haber coleccionado en las diversas promociones sacadas por las diversas empresas de golosinas, para luego jactarse ante el grupo de cada tesoro personal adquirido con cada estipendio ganado al progenitor.
Pero a Malaquías la cosa no se la pondrían fácil; pues le encomendaron visitar a la loca de casa gris; una señora que a pesar de los años siempre daba escalofríos a los niños al verla pasar, quizás por su mal carácter, o quizá también por la mitológica ficción contada de generación en generación de párvulos desde hacia casi 12 años.
Relataban que dicha mujer había sido abandonada por su amado en algún momento de sus efemérides; y que éste además se habría llevado una gran fortuna de la familia de ella incluyendo al tesoro más preciado, el hijo de ambos. Y amenazándola con el niño se habría salido con las suyas, dejando a la mujer evidentemente loca de atar. También cuentan que los padres de la señora habrían apagado sus quimeras de vida de amores cuando ella era apenas una retoña ingresante a la juventud, logrando así que dicha futura mujer al no tener a nadie más se quedo sola, desamparada; y por consecuencia huraña con toda gente que la rodeó… y de alguna forma habría enloquecido luego de tanta soledad –o por lo menos ese era el gran cuento mítico contado entre cada generación de críos nacidos en esa cuadra hasta llegar a la de Malaquías-.


No hay comentarios:

Publicar un comentario