jueves, 2 de diciembre de 2010

Mi mami me cuida

Se supone que sería solo una revisión y quizá una limpieza del área de la muela que me dolía, ya me habían hecho antes una endodoncia en esa muela. Endodoncia tan mal hecha por un carnicero de encías hace un año y pico atrás, que la doctora de turno me dijo en su consultorio y mini-quirófano que se debía de sacar todo, y hacer un procedimiento tan doloroso como costoso… solo el dolor que en ese momento me daba esa muela me hizo decirle -proceda nomás-; luego, 25 minutos después esa frasecita salida de mi dolor antes de la cirugía de urgencia era una frase de lamento -¡porqué a mí!-, pensaba con tan estrepitoso dolor al sentir el crujir y quebrar la muela dentro de mi encía (Pues resulta que el mendrugo de muela estaba partida en dos dentro de la encía y había que ‘extirpar’… moliendo, partiendo y rompiendo la misma muela dentro para poder sacarlo por pedazos).



Luego de casi una hora de dicho procedimiento el dolor, que a pesar de la cantidad enorme de anestesia colocada una y otra vez en una gran cantidad de lugares de mi boca, a causa de una infección fuerte provocada casi un año y pico atrás por el anterior doctor, que explotó de un día para otro en una vorágine de dolor incesante; había casi cesado por un tiempo muy corto. -Debes de tomar esta pastilla urgentemente o sino el dolor calmado por la anestesia será fuerte…- dijo a doctora, con un aire de amenaza: “si no haces esto sufrirás lo otro” sería casi el símil resumen de lo que capté en medio del aturdimiento de la anestesia y dolor conjugados en una partida contra mi persona.

Al salir solo divagué en medio del dolor y la congestión vehicular que daba camino a mi hogar una hora y media para llegar, donde estaría esperando mi madre; a quien le había dicho yo que no me acompañase, que sería algo simple… menudo error el mío. Ella me recibió haciendo sus cosas, el dolor no dejaba pensar y ella lo entendió en cierto modo, apresuró su paso a comprar unas pastillas que me habían recetado… esta mujer siempre fue mi mano derecha y ahora demuestra más quien es: Mi madre

Han pasado un par de días, el dolor sigue. Se supone que debo estar tirado reposando, sin hacer esfuerzos físicos y andar con una dieta de hospitalizado, mi MAMI se hace cargo ahora, me cuida, no tengo remilgo en decir que me ha consentido, solo me vasta decir que ella ha cuidado de mi tanto como si hubiese aún una especie de remordimiento de antaño cuando por su trabajo de profesional y madre soltera no pudo cuidar de mi. Ahora es que entiendo, mi mami me cuidará hasta que me case y quizá un poco mas allá… no en vano soy su único hijo y la razón de que ella este viva y quizá yo también (esa es otra historia que ya en su momento contaré).

“Solo cuando te cases, te dejaré tranquilo.”    MI MADRE

1 comentario: