martes, 19 de octubre de 2010

Escasez de todo

Gastón Acurio terminó en un discurso hacia los alumnos de una universidad hace un tiempo con unas palabras interesantes: “…ustedes son sus hijos más afortunados…”, también acompañó la oración con la palabra “preparado” y luego “futuro”.

Elucubré desde entonces mucho; recordé que hay pobres que mucho piensan y ricos que nada saben, como también ricos que tratan de hacer y pobres que no les dejan; un mix, podriamosle decir. Recordé a la vez a compañeros sumidos en futilerías y nimiedades, en aspavientos tan egocéntricos como frívolos. Y en verdad odie esa bacanal de descerebrados.


A veces ciertas voces nacen de un resentimiento ahondado y que propiamente desconoces en ti mismo; que aparecen cuando ya no puedes más, cuando un salto al vacio desconocido se torna una posibilidad mientras otros gimen como si sus futilerías fuesen tan hondas como las del hambriento.

Pero... no seré -o no quiero ser-, el tipo que anda imprecando todo y sermoneando como si tuviese la moral… pero esto a veces nace y se queda, por lo menos hasta que lo esputas y ves que pasa…


Hey amigo… no estás tan jodido
Bruno Gabriel L. García

Es la mañana gris
de ciudad condenada por el smog.

Camino por sus cementadas venas,
lentamente,
sin centavos en los bolsillos
y con un cigarrillo vetusto
que quema los pulmones.

Camino trastabillando, y sin rumbo
y es ahí hacia donde me dirijo,
pringado,
por el preludio de lo desaveniente.

Por ello no me digas
que andas de mal en peor
que esas trivialidades te está matando
o que la mesada del papi no alcanzó.

Tampoco me vengas
con que tu vida es triste,
que nadie te dio el juguete que querías.
Jodido… es quedarse sin pasajes
para un maldito bus;
y tener que deambular por esquinas.

No me digas, tampoco,
que papi no compró el celular que esperabas,
que otros ni conocemos al nuestro
(y que creo…
el mío, es un patán de mierda).

No vengas con el chiste
de que mami no esta usando
las ropitas de moda.
Que la mía estas más jodida…
-incluso más que yo-.

No me vengas con la huevada
de que tu vida anda mal
en tu ridículo pedestal dorado,
que el mío, de bronce malgastado,
se sigue derruyendo,
se sigue gastando.

Y el oprobio de esto,
es no poder sacarlo
pues el cuerpo ya casi ni aguanta.

Recuerda,
que hay hombres,
en mayor debacle
y que lo que tenemos
es, quizá, ya mucho.

Aprovecha lo que tengas
y no me jodas con tus tonterías de gurrumino consentido

Que abajo, también
jugamos los del parnaso
y arriba, también
lo cariacontecidos.
23/03/2010/08:28am

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