Solo basta, a veces, la letrilla de una canción o la melodía de alguna sinfonía.
La estridencia y melodía, mismas, crean caos… ahí, dicen, es donde nacen miles de cosas.
En un lago, con mi cisne
Bruno Gabriel L. García
Tchaikovsky es invasivo
sus melodías zumban por la mente
los trombones
las flautas
los clarinetes
es todo un edén de melodías
estrepitando la imaginación.
Hay una bailarina…
(Mi creatividad atormentada
por el autor);
Eres tú…
El público aplaude
la música brilla
golpea mi cerebro;
y el corazón late lunático.
Es la música,
es Tchaikovsky,
eres tú…
Con la piel acanelada
danzando,
frágil;
Las tonalidades de tu rostro,
la luz cegadora
no ciega ya mis ojos;
las corneas gravitan entorno tuyo
nada me distrae.
la ilusión vuela…
Todo vuela,
la música se enerva
pareces glorificada
tus ojos brillan…
“verdes caramelos”
a la luz de los tachos.
El juego psicotrópico no cesa
todo lo demás pierde el rumbo,
ya nada es igual:
los clarinetes,
tu…
Han eliminado todo
No hay más nada
solo estas tú,
en mi cerebro,
derruyendo al compás
finito,
de la sinfonía…
Mañana, sé, nada,
será igual.
13/10/2010/09:20pm
No hay duda, eres un chicho =D
ResponderEliminarSaludos! ...escribes muy bien, porfa date una vuelta por mi blog, me gustaría mucho saber tu opinión. bye
ResponderEliminarhttp://intruz0.blogspot.com
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