miércoles, 20 de octubre de 2010

El juego de la dualidad

 Siempre he gozado de la auto tortura, no piense el que lea estas cortas líneas que me refiero a un masoquismo punzante y sujeto en algún placebo, sino piense en un mundo lleno de aflicción, ansiedad, amor, odio, tristeza y alegría que gozo en librar en una cruenta batalla cuando escribo, usualmente mientras escucho a Verdi, Bach, Beethoven o (recientemente atraído fanáticamente), a Tchaikovski. También hay miles de etcéteras que agregar a este arsenal inspirador de varios mundos musicales, como Arjona y U2; como también películas y libros que inspiran a seguir creando, claro… sin copiarlas… pues sería esta una causal, mía, de suicidio a corta venas.



Realmente soy dos las personas que luchan para crear: Karlo y Arturo. Un ser de dualidad antonímica; un ser, dual, que desprecio ser.

Arturo es un alter ego mantenido a esfuerzo de no querer verlo muerto y que ha vivido soslayado; es un ser taimado que se sigue por lo externo. Es calmo y parco, no vive, subsiste a lo demás. Odio cuando se apertrecha a este cuerpo. No lo quiero conmigo espero muera de hambre en algún arrabal, lleno de piojos, ladillas y mugre. Pero es la parte lógica del cuerpo, el lado izquierdo del cerebro, es el tipejo que anda maquinando en su mundo esperando a que se hagan ciertas sus predicciones. Es un taimado por excelencia y lo quiero muerto.

Karlo, por el contrario, es el romántico, el apasionado; aflora cuando se le apetece, es el loco que escribe, es el escritor que bebe y fuma cuando puede, no es como el pseudo ingeniero que alucina ser Arturo. Karlo ha vivido siempre pero nunca ha salido de su cuarto hasta que se hizo libre, libre de razonar sin pensar en el que dirán los demás, libre de esperar que los demás no piensen como él y lo cohíban. Libre de ser lo que rayos quiera sin esperar la aprobación ajena. Es el excéntrico del dueto. Pero… a veces… también, muchas veces, lo quiero muerto.

Estos son dos desgraciados que viven a carroña del uno por el otro. Comparten esta entelequia a base de mantenerla respirando y haciendo lo que fuere por que funcione casi correctamente. Que no sea como un pez que salta tanáticamente buscando agua en la borda de algún bote o de algún reo a muerte en el cadalso de su propia mente.

-¡No seas imbécil!- me dice ella, en una voz tan risueña que la palabra "imbécil" sabe a "cariño", cuando pienso en voz alta de mi elucubro mortecino. Por eso la amo, tanto como a su piel canela y su forma de ver el mundo; tan particular como lo son sus ojos. Me veo, entonces, estúpido cuando zigzagueo en el umbral de Cerbero y me recubro y agazapo en pensamientos que me dicen que no debo decir ello, no en voz alta, pues la hace sentir mal y que está demás en mi vida.

Pero Sofía no se amilana, me mira y sabe lo que me pasa por la mente, como si fuese un libro abierto ante ella. Entonces me besa tiernamente como tratando de perdonar lo dicho, aunque sabe que está en lo cierto, aunque sabe que tiendo a ser un egocéntrico en esas cosas y que quizá no cambie nunca; sabe también que la amo y adoro su figura finita y sus ojos y sus manos y sus labios y su mente… y todo lo que involucre su persona. Como también la forma en cómo escribe… y lo aprovecha para hacerme sentir mal, tratando de vengarse en una forma tan callada como efímera… pues sabe… que daría todo lo que fuera por ella, aunque tienda a ser medio yoyista.

Por eso la amo y respondo al beso, abrazándola como si fuese a huir. Ella me besa como si no fuese a vivir mañana, como si lo que pienso se va a ser realidad… a penas despierte…
-¡maldita sea!- me digo… aún con el letargo... 
-Karlo… te estás jodiendo una vez más la vida pensando en quien solo quiere ser tu amiga...-

1 comentario:

  1. Buen escrito eh, usas palabras tecnicas y las ubicas bien en el contexto, aparte creo que juegas bien con el escrito al pasar de primera persona a tercera y viceversa, sin duda influiras en mis futuros escritos, ah por cierto gracias por el comentario, buen punto, soy novato como "escritor" y las criticas son muy importantes para mi. bye saludos.

    ResponderEliminar