En honor a Betsy

Cuando uno pierde a alguien especial se siente la ausencia y se llora que ya uno no pueda tener a esa persona a su lado, que no pueda decirle miles de cosas que no pudo decirle en su momento.

Hoy –y disculpen que escriba tan personalmente-, estaba hablando con unos amigos de la universidad y tocamos las reminiscencias de la juventud, del colegio, más claramente. En ello me regresó a la mente Betsy Vilchez. No puedo decir que la quise, no como ella lo hizo casi a escondidas del grupo de inconsecuentes jóvenes que eran los chicos de mi salón. La crueldad de ellos tampoco puedo reprocharla, eran jóvenes, orgullosos de si mismos, truhanes sociales como todo ser humano en su adolescencia carente de sentido común, también me integro en aquel grupo, no abiertamente como ellos, sino más silentemente.

Han pasado un buen par de años desde que su lumbre se apagó cruentamente (No es que la haya olvidado, sino es que no deseo recordar). Hoy no es tanto su perdida lo que me duele, sino lo que no pude decirle. No es que me quiera excusar, siento que su perdida fue en cierta forma mi culpa, si hubiera sido más aguerrido y haberle dicho lo que sentía sin importar el fútil comentario de aquellos gurruminos quizá la historia hubiera sido distinta y ella estaría aún en este mundo, o quizá no... realmente no lo sé.

Por eso digo cada vez que se da la ocasión de aconsejar a alguien: -Hazlo, no pierdes nada-; pues es peor guardar las cosas y luego no poderlas decir.

No es que quiera ventilar este asunto íntimo ante ustedes, solo es que creo que justo hoy ella regresó a mi mente para tratar de decirles a ustedes y a mi que digan lo que sienten, no esperen a que sea tarde.

Este poema fue escrito en tu honor Betsy, tardíamente, lo sé; pero espero que sepas que nunca olvidaré, a ti y a lo que enseñaste...

  

Betsy

Bruno Gabriel García

  

Camino hacia aquella casita,

rodeada de esa extraña belleza póstuma;

me acerco,

¡furtivo…!

añorando que salgas,

fulgurante como antaño.

Pero sé que ya es tarde;

y la aflicción de tu ausencia

me derruye… lentamente;

pues ahora yaces en los elíseos

y no lograré ya alcanzarte.

Es entonces que mi ser se consterna;

pues nunca supe como

o tal vez…

no lo quise así.

Pero hoy te extraño más que nunca…

Y me consume el solo recordar,

que nunca te dije

lo que por ti sentí.

_{22/08/2008/09:49am}