lunes, 3 de octubre de 2011

La niña Luna y los eremitas de abajo

Bruno Gabriel L. García

La noche silba,
trae consigo un aroma de petunias y florestas.

Sus lucecillas
en el techo terreno tiritan,
parecieran que están gritando algo,

Son penas y soledades…
y sus nostalgias recubren la oscuridad.


Hay una niña cerca,
brillando fulgurante;
algunos la vieron y soñaron
como Verne…
estar ahí
viendo a la tierra solitaria
girar el rostro al sol
y ver con la otra cara la penumbra
que la niña luna irida cerca.

Es en esta tierra de locos
que la soledad arrecia
donde muchos viven vacíos,
pocos son los acompañados,
pero todos van y vienen de esta vida ermitaños.

Quizá sea que como la niña Luna
estamos destinados a ser penitentes solitarios.

26 / IV / 2011 / 12:15am


No hay comentarios:

Publicar un comentario